lunes, 19 de marzo de 2012

El precio de ver a Jesús


Evangelio de Lucas capitulo 19.
Vamos a pensar en el árbol sicómoro, y ver qué tipo de árbol es en el Oriente.  En el Oriente, un sicómoro es un árbol con la apariencia en altura y anchura de un peral o de un ciruelo. El árbol sicómoro de Oriente se le conoce como la higuera salvaje, y produce frutos seis veces al año. Pero la gente en el Oriente desprecia sus frutos, y no quieren comerlos. ¿Por qué ocurre esto? ¡No lo sé! Pero aun en el caso que un hombre no tenga nada para comer en el espacio de dos semanas, no querrá ser visto subiendo a un sicómoro, por miedo de que la gente piense que está comiendo de sus frutos. Y si un hombre se sube a un árbol sicómoro, serviría de insulto para las personas. Dirían entre sí murmurando: "Pobre Juanito debe haber caído en desgracia, debe tener hambre, no h aprobado alimento hace semanas y semanas. Su pobreza es tanta, que se ha perdido a sí mismo todo el respeto y dignidad, para subirse a un árbol sicómoro para comer de su fruto."
En el capítulo 7 de Amós, se vuelve a hablar del fruto del sicómoro. Amós había estado predicando en Israel, y se le había pedido que volviese a Judá y que predicase allí. Entonces, en el versículo 14, Amós responde y dice: “Yo no era profeta, ni tan siquiera hijo de profeta; sino que soy boyero, y recojo higos silvestres (frutos del sicómoro)." En efecto. Amós estaba refiriéndose a que hacía el más sucio y bajo de los trabajos. ¡Pero Dios le había levantado a ser profeta! Dios ha escogido a los necios, a los débiles, a las cosas básicas, hasta un hombre que coge frutos de sicómoros ¡ Dios siempre escoge la gente "inútil," que no sirve para nada, y hace que ellos vengan a ser algo importante para Él, y le pone por encima de la casa.     Dios usará a quien esté recolectando frutos sicómoros, ¡cuyo nombre no se conozca para nada en la sociedad, que nunca haya ido a la escuela! Ese alguien, Dios llamará, Dios salvará, Dios santificará, Dios llenará de Su espíritu santo, y Dios le enviará y estos irán sin temor al qué dirán, sin temor de la crítica, sin temor a las burlas, sin vergüenza de decir soy hijo de Dios, sin vergüenza de decir yo leo la biblia, yo escucho canciones cristianas, sin vergüenza de ir con la biblia bajo el brazo, sin vergüenza de gritar en las plazas que Cristo vive y reina para siempre.
Zaqueo era un hombre rico y pudo perfectamente haberse subido en un burro, si hubiese querido ver a Jesús. Además, ¿por qué no se subió a otro tipo de árbol, si quería quedar en alto y ver simplemente a Jesús? Las respuestas a estas preguntas se hallan en que Zaqueo era un Fariseo rico, quien, cuando escuchó que Jesús estaba pasando, pensó para sí: Donde me subiré para ver a Jesús,  Si me subo a un árbol sicómoro, la gente va a suponer que estoy recolectando sus frutos, y en sus corazones, me despreciarán. Murmurarán contra mí, pero no me importa nada, porque veré que Jesús cuando pase."
Jesús llamó a Zaqueo porque lo vio subido al árbol sicómoro, y supo cuan bajo había descendido en su humillación, subiéndose en aquel árbol. Jesús una vez dijo: "Cualquiera que se humille como un niño, ése es el mayor en el reino de los cielos" (Mateo 18:4). Así que Jesús se fijó en este hombre humilde, y le exaltó. Yo no sé si te das  cuenta de que este acto que hizo Zaqueo expresa en sí mismo, una gran humildad. Todas las personas decían: "Pobre Zaqueo, Está medio loco. Siendo un hombre rico, ¡mira como se encuentra ahora!"
Jesús, siendo hijo de Dios, sabía el sacrificio que este hombre había hecho; Jesús siendo Oriental sabia también la humildad que estaba manifestando este hombre; por tanto, él llamó solamente a un hombre, a Zaqueo, el hombre subido en el árbol sicómoro, y le dijo, "Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa." Jesús sabía que allí había un hombre que se había despojado de todo su orgullo, y le había hecho un espacio en su corazón, porque, "El Señor mira lo que hay en el corazón." (1a Samuel 16:7). Zaqueo se despojó de todo su complejo de superioridad y orgullo; sabía lo que las personas estaban rumoreando de él, y no le importó. Jesús también sabía lo que las personas estaban diciendo de él, por eso lo llamó: "Date prisa y desciende." Jesús detuvo su caminar porque realmente era de destacar la osadía de zaqueo, era digno de enmarcar y dejar registrado su accionar en los libros de NT, por ello enfatizó e hizo un detención en su casa, y al entrar al umbral de la casa, zaqueo no pudo resistir la paz, la santidad, la poderosa presencia del hijo de Dios y sintió la carga de sus pecados y sin que nadie lo presionara comenzó a confesarse arrepentido de sus pecados, tanto fue su arrepentimiento, que Jesús le dijo “Hoy ha venido la salvación a esta casa” Zaqueo pago un precio, se subió al árbol indigno para ver a Jesús, Jesús vio ese precio y lo recompensó al visitar su casa, la entrada de Jesús a su casa provoco arrepentimiento a tal punto que la salvación llego  a ese hogar.

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